O Faiado -POR TIERRAS DE CARNOTA-

Inauguramos unha nova sección dentro da web, imoslle chamar O’Faiado e nela iremos publicando todo tipo de documentos antigos.

Empezamos cun interesante artigo de 1972 acerca da Capela dos Remedios.

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POR TIERRAS DE CARNOTA

31 AGOSTO 1972

 

LIRA O EL MILAGRO DE UN SANTUARIO

 

   ESTUDIANDO el pasado y el presente del humilde santuario de la Virgen de los Remedios de Lira, notaremos que sin providencialismos fue el medio más eficiente para alcanzar algunas mejoras que no sólo beneficiaron a la feligresía de Santa Maria de Lira en cuyo territorio está emplazada la pequeña ermita, sino que tales mejoras alcanzaron también a las otras dos parroquias del dilatado Valle de Carnota, uno de los más hermosos y poblados de nuestra tierra gallega.

No son muy viejos los orígenes de este santuario que nació por un motivo religioso y social ala vez, en una época que tan poco se interesaban por las condiciones del vivir de los humildes.

En el mes de Mayo de 1706 el cura rector de Santa Maria de Lira D. Juan Díaz de Valdivieso, tuvo la inspiración o la ocurrencia de construir una capilla dedicada a la Virgen, para que los pastores de ganado pudiesen oír misa los domingos y días festivos sin distanciarse demasiado de sus rebaños o piaras que pastaban en los montes de Miñarzos. Parece que el empeño que el rector Díaz de Valdivieso puso para llevar su obra a cabo, seria grande, ya que en aquel mismo año se consagro el pequeño santuario, y se le puso sacerdote propio que al mismo tiempo atendería a los quince feligreses de Lariño, anexo de Lira desde tiempo inmemorial.

El párroco fundador recabó la aportación de varios de sus treinta feligreses que contribuyeron con dinero y mano de obra, y la ermita para los pastores fue pronto una realidad.

El solar elegido para emplazar aquel pequeño templo, (que es el mismo de hoy, sin ampliaciones ni reformas) era un rellano al borde del camino del viejo castro céltico, a la vez que el camino único para los pastores de Miñarzos, por donde tenían que pasar pastores y rebaños.

Al poco tiempo de levantada la ermita, y para su mas digna subsistencia, el mismo fundador estableció cinco misas al año con la asignación de una renta que el mismo señalo sobre sus bienes particulares. Dichas misas serian tres rezadas y las otras dos cantadas. (Arch. Párr. De Lira-Documentos sueltos). Y a partir de su fundación, la ermita de los pastores, hoy de la Virgende los Remedios de Lira, fue cobrando devoción y fama hasta hacerse tan popular y celebre en la actualidad.

A los 72 años de la fundación de este modesto santuario otro párroco de Lira, D. Benito de Lis y Sabedra en su testamento otorgado en 1778 y abierto un año después al día de su fallecimiento (20 de Enero de 1779), deja a la ermita de los Remedios varias misas, así como una respetable renta para la fundación de una escuela gratuita para los niños pobres de la parroquia, y aún de los de las otras del distrito con maestro fijo que cobraría al año la suma de cien ducados, o será tres reales de vellón en cada un día, con cargo a la renta que había dejado al santuario de Nuestra Señora de los Remedios. Aquella fue la primera escuela gratuita que funciono en el Valle de Carnota.

Parece que el cura filántropo D. Benito de Lis y Sabedra, fue el que nombro administrador de las rentas de la ermita a D. Francisco de Porrúa, vecino de Corcubión, cuya administración se convirtió en hereditaria en la casa de los Porrúa, hasta que el párroco de Lira fue nombrado administrador perpetuo.

Aunque tanto la feligresía de Santa Maria de Lira como su anexo San Martín de Lariño pertenecían al monasterio de San Martín Pinario de Santiago, la capilla quedo exenta de todo tributo a dicho monasterio por tratarse de una fundación particular.

Parece que por aquellos tiempos las parroquias de Valle de Carnota eran exclusivamente agrícolas y ganaderas, pero pronto se presentaría la necesidad de la emigración y de la navegación. Siendo los de Lira los primeros del Valle de Carnota en asociarse con el mar. Por eso, colgados del techo de la ermita, quedan aun algunos barcos veleros que hace muchos años fueron confeccionados por devotos de la Virgen de los Remedios en largas travesías que tenían que hacer en busca del pan que su tierra no podía darles,… Y cuando los lirenses se tuvieron que lanzar a las oceánicas aventuras, dejaban en su tierra nombrada su Protectora a la Virgen de los Remedios. Así, el santuario que se había fabricado para devoción de los pastores, quedó para siempre ligado con el mar. Y con tanta eficacia, que la que antes se llamaba “Punta Forcado” o “Punta Miñarzos” hoy se denomina con carácter internacional el las Cartografías Náuticas “Punta Remedios”.

Lira se debe al mar por medio de su modesto santuario de Miñarzos que hace más de 250 años nació en pleno descampado y junto a la estructura de un viejo castro céltico ya entonces cubierto de montaraz vegetación. Las treta casa que formaban la Parroquia de Lira quedaban hacia el lugar del Carballal, y por lo tanto muy distantes de la solitaria ermita que ahora esta rodeada de hermosas casas levantadas con los recursos venidos de allende del mar.

Los hijos de Lira cuando regresaban a su tierra, ya no era el campo su ocupación, porque tampoco había campo para todos mirando al mar que antes había sido su camino hacia otras tierras pensaron que también sería su sustento. Y Lira se hizo marinera, aprovechando la pequeña ensenada de Porto-Cubelo pronto surgieron algunas fabricas de salazón y conserva, y últimamente las cetáreas. Otra especialidad marinera de Lira es la del trabajo en los fondos del mar, siendo desde muy antiguo el oficio de buzo bien apreciado hasta llegar a formar dinastías.

Y así los hijos de Lira, llenos de fe en su humilde ermita y en la Virgen que dentro se venera, e iniciados en unos principios culturales con arranque en el mismo santuario, afrontando el mundo surcando todos los océanos y pisando todos los continentes en busca de los medios de vida que en su tierra no pudieron hallar. Gracias a ello, hoy Lira es una parroquia grande, hermosa y pintoresca, encaminada ya hacia un futuro optimista, alcanzado todo ello por las cualidades de sus hijos siempre tan trabajadores y hospitalarios, virtudes de las que hicieron autentico derroche con motivo de naufragio de la fragata española “ Ariete “ en los acantilados de “ Simplón ” bien cerca del humilde santuario de la Virgen de los Remedios, en el que se conserva la rueda del timón de la nave siniestrada por disposición de las autoridades marina, como trofeo de fe nacional a la Virgen de la humilde capilla. Y para el pueblo de Lira, se esta construyendo el tan ansiado muelle de atrque y abrigo en Porto-Cubelo. Porque las virtudes siempre tienen recompensa.

El Pindo , verano de 1972

JOSE BARREIRO